Hoy mismo se publica en el diario Viva Arcos, en su columna La Lanzadera, un texto del escritor Miguel Ángel Rincón. Este pradense de adopción ha colaborado con Tu Punto Hot en alguna que otra ocasión, y de distintas formas: publicando en este mismo blog, aportando su labor como poeta en la presentación de libros eróticos o de intermediario para realizar nuestra labor en la sierra gaditana. Con su permiso publicamos aquí dicha columna, para que no dejéis de fantasear en Semana Santa.
Sabemos que el órgano sexual más potente que hay se llama cerebro, si el cerebro no está por la labor, no hay nada que hacer, por eso son importantes las fantasías, porque activan nuestras agobiadas neuronas, la mayoría de las veces por trabajo, hijos, estrés…, en definitiva por los muchos problemas del día a día. Esas fantasías sexuales oxigenan nuestro órgano pensante y liberan nuestra imaginación devolviéndonos el deseo, la excitación y el erotismo, que muy probablemente anduvieran medio perdidos.
Eso de preguntarle a nuestra pareja por sus fantasías es sanísimo, más sano aún es poder llevarlas a cabo siempre que se pueda (y nos atrevamos a ello), y si no hay pareja, la imaginación también es primordial para crear situaciones y fantasías a la hora de disfrutar en soledad.
Como no soy experto en el tema, he consultado a personas que sí lo son y me comentan que una fantasía es todo aquello que nos estimule. Hay que buscar fuentes de inspiración (libros, canciones, series, películas, experiencias vividas, etc.) que consigan poner nuestros sentidos en el camino de lo erótico. También me comentan los expertos que eso de tener fantasías sexuales es algo completamente natural y muy saludable desde el punto de vista psicológico. Fantasear en pareja o en solitario sirve para desconectar la mente y crear una vía de escape que nos evada del agobio y la rutina. En fin, lo que yo decía.
El sexo es de las mejores cosas que el ser humano posee, disfrutemos de él en pareja, en trío, en orgía… o en solitario, pero siempre en libertad. Dejemos los tabúes y los prejuicios a un lado del camino y caminemos, quien quiera caminar, claro.
Felicidades por el artículo. Fantasear está muy bien, pero mejor está en practicar sexo, de cualquier tipo, en libertad y sin tabúes. Pero todavía queda mucha educación sexual por enseñar.
ResponderEliminarGracias una vez más por vuestras publicaciones.
azza