Cuando se menciona la palabra Garganta Profunda se puede venir a la mente dos cosas: el confidente del caso Watergate que hundió a Richard Nixon, o la película del mismo título que fue un punto y aparte del cine para adultos, y que dio nombre a una práctica sexual. Nosotros nos vamos a centrar en lo segundo.
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| Cartel original |
Garganta Profunda (Deep Throat), la película, es de 1972 (sí, hace más de 50 años) y se convirtió en un éxito inesperado que sobrepasó incluso a películas comerciales del mismo año como Cabaret o Shaft. La estrella de la misma fue Linda Lovelace, cuyo nombre verdadero era Linda Susan Boreman, una actriz cuya vida de por sí daría para una película, y esta se plasmó en “Lovelace” que vio la luz en 2013 bajo la dirección de Rob Epstein y Jeffrey Freidman, con Amanda Seyfried haciendo de Linda y con la aparición de Sharon Stone y James Franco entre otros.
Linda Susan Boreman nació en el Bronx el 10 de enero de 1949, sus padre, un policía y una camarera, la habían criado entre rezos y severos castigos corporales por lo que no tardó en abandonar el hogar familiar. Antes de ello tuvo un hijo con 20 años y su madre la convenció de darlo en acogida hasta que se pudiera hacer cargo de él, pero en realidad la madre lo dio en adopción y nunca volvió a verlo. Para ir tirando empezó a trabajar en un clubs de striptease y tras un accidente de coche tuvo que volver con los padres, quienes se habían mudado a Florida. Allí conoció a Chuck Traynor, un controlador como los padres pero en el lado opuesto del espectro moral de estos. Junto a Traynor empezó a grabar pequeñas películas pornográficas amateur y a frecuentar reuniones de intercambio de parejas.
Después de rodar varias películas de bajo presupuesto y mala calidad Traynor le presentó a Gerald Damiano para rodar algo de más calidad que le supusiera algo más de beneficio. Éste dudo de Linda por su aspecto, muy distinto al de las actrices de la época, pero vio que su aspecto de chica corriente podría ser un punto a favor. Damiano le acortó el nombre y le cambió el apellido por el de Lovelace y preparó un argumento que se salía de lo convencional en esa época para el cine porno. Con un presupuesto de 22.000 dólares de entonces, puesto por un mafiosos llamado Louis Peraino, Damiano empezó a rodar la historia de una mujer incapaz de sentir orgasmos que tras visitar a un médico descubre que su problema es que tiene el clítoris en el fondo de la garganta. Hablar de orgasmos femeninos y de clítoris ya era revolucionario en el cine para adultos, pero aún más filmar la película con un tono de comedia y con un argumento coherente dentro de lo absurdo del mismo, con diferentes localizaciones, cambios de vestuario, con los nombres de los protagonistas en los créditos. Se puede decir que fue la primera película, como tal, del cine para adultos.
Garganta Profunda, título de la película, fue un éxito que sorprendió a todo el mundo. Se proyectó varias veces al día, durante más de diez años, en los cines de la cadena Pussycat Theater, donde ella iba a hacer promoción de la misma. La película se llegó a proyectar en salas de cine comercial y fue un superventas en los vídeo clubs. Muchas celebridades de la época fueron a verla, y se podía encontrar en las salas a parejas y mujeres de la alta sociedad en las mismas mezcladas con universitarios. The New York Times las definió como “porno chic”. Viendo el revuelo que estaba creando la película el gobierno conservador americano con Richard Nixon a la cabeza (sí, el de la otra garganta profunda) quiso poner rejas al campo. El FBI destruyó copias, investigó a todos los vinculados con la cinta, y llevó a juicio a Harris Reems, el protagonista masculino principal, a quien condenaron a 5 años de cárcel en un juicio controvertido por conspiración para distribuir obscenidad a través de las fronteras estatales. En dicho juicio también se juzgó a otras 11 personas y cuatro compañías, pero ninguna tenía nada que ver ni con el productor ni con el director de la cinta. A Harris Reems se le revocó la condena en 1977, y siempre estuvo apoyado por actores como Jack Nicholson, Warren Beatty o Shirley McLaine entre otros, quienes veían en la sentencia un ataque contra la libertad de expresión. Hay que decir que Reems había sido contratado como ayudante de iluminación para la película pero al abandonar el actor principal el rodaje éste fue su sustituto. Al final lo único que se consiguió fue que la gente se interesara más por aquella película que el gobierno no quería que se viera.
Linda Lovelace se convirtió en una estrella de inmediato, permitiéndole separarse de Chuck Traynor en 1973, pero duró poco en el mundo del cine. En 1974 rodó Deep Throat II y Sexual Ecstasy Of The Macumba, y en 1975 un film no pornográfico titulado Linda Lovelace For President. En 1980 publicó “Ordeal” (“Sufrimiento”), una biografía que lo puso todo patas arribas. En ella hablaba de palizas por parte de sus padres y del propia Traynor, de que no recibió ni un dólar de los beneficios de la película (se estima que generó 600 millones) y de lo mal que lo pasó rodando cine para adultos bajo la coacción de Traynor aunque nunca lo denunció. En 1986 publicó otro libro: “Out Of Bondage”, que trata de su vida a partir de 1974.
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| Biografía no oficial |
En 1986 se le descubrió unos tumores cancerígenos, posiblemente originados por inyecciones de silicona en los pechos que Chuck Traynor le obligó a realizar (nos había los implantes de hoy en día), y tras una doble mastectomía y un trasplante de hígado tuvo que volver a recuperar el apellido Lovelace para aparecer en convenciones donde firmaba memorabilia de la película para ganar dinero con el que hacer frente a los más de 200.000 dólares que le supuso las operaciones y el tratamiento médico (así es la salud en USA). El 3 de abril de 2002 volvió a sufrir un accidente de coche pero esta vez no se recuperó, falleciendo con 53 años.
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