Aprovechando las vacaciones por Tarragona
nos acercamos a conocer Las Mil I Una, un club liberal situado en la población
de El Vendrell, concretamente en un polígono industrial que sufrió no hace
mucho una reordenación de los números de las calles lo cual puede hacer dar un
par de vueltas más de lo necesario para llegar si se sigue un navegador no
actualizado.
Nos recibió Marisa, la propietaria, y
antes de hacer el tour por sus instalaciones como es norma habitual cuando
llega alguien nuevo a un local aprovechamos unos minutos con ella en la terraza
de la entrada para realizarle una entrevista, que reproducimos a continuación.
Marisa:
Cada uno que ponga sus deseos, sus pensamientos, lo que quiera o desea.
TPH:
¿Cómo se inicia esta aventura?
M:
Esto era una nave donde había un chatarrero. Nosotros teníamos claro cómo
queríamos hacer todo el club. Cogimos un espacio diáfano, más que diáfano es
que no había nada. Tuvimos que hacer desde el suelo a todo lo que se ve, todo
hecho por nosotros.
TPH:
¿Desde cuándo está abierto?
M:
El 13 de Octubre hará cinco años.
TPH:
Suponemos que a la hora de planificar el local llevaríais a cabo las ideas que
tendríais que a vosotros os gustara para un local liberal. ¿Qué destacarías de
esas ideas que habéis aplicado en el local?
M:
Nosotros, mi marido y yo, éramos del mundo liberal, lógicamente. Bueno, al
principio, antes de ser del mundo liberal, cuando íbamos de vacaciones pues
buscábamos el hotel que más nos convenía en aquel momento, al momento de entrar
en el mundo liberal ya cogíamos el hotel que estuviera más cerca de un club.
Cambiamos las ideas. En esa época sin pensar en montar ninguno. Pero después de
los años, cuando quisimos arriesgarnos en montar uno, habíamos visto muchísimos
tanto aquí como en el extranjero. Entonces lo teníamos muy claro. Una cosa que
teníamos claro era dejar entrar chicos pero con limitaciones, tienen su propia
terraza para fumadores y su propio baño que también pueden ser usados por las
parejas. También tienen acceso a la discoteca y a una habitación con cama donde
hay una reja por la que pueden interactuar con las parejas. Y si alguna pareja
quiere invitarlos pueden pasar a la zona de parejas pero la pareja se hace responsable
del chico. Por otro lado, las parejas tienen además otro aseo y otra terraza.
Si las parejas no quieren interactuar con chicos solos no tienen porqué estar
en la misma zona. Esto es lo que más claro teníamos. Otra cosa clara que
teníamos es que cada pareja es un mundo y cada una tiene sus inquietudes. En el
tour veréis que hay zonas para todo el mundo, es decir, desde la jaula donde
pueden entrar los chicos y mirar para las parejas que les guste el rol de ser
mirados a otra zona con cuatro camas grandes donde puede estar bastante gente
pero no tienen que estar unos sobre otros, con espacio, si se quiere, hay otras
más individuales para parejas que empiezan o que realmente les gusta estar a
solas, con otra pareja o con un chico pero no con más gente, está la cama
redonda para los que les gusta estar más juntos con otras parejas. La idea es
llegar a todo el mundo porque no todo el mundo tiene las mismas inquietudes y a
todo el mundo le apetece lo mismo. Y aparte de esto tenemos otras zonas que
creemos da un poco de juego como puede ser el cine, la sala de masajes donde
hay dos camillas donde el masajista o la masajista los ha de buscar la pareja
si no se dan masaje entre ellos. Tenemos la piscina, que da mucho juego. La
habitación del sado, hay parejas que es lo que más le gusta. Lo que teníamos
claro es que hay mucha diversidad de parejas y que queríamos llegar, no digo a
todas, pero sí a la mayoría.
TPH:
Todo lo que has comentado ¿en cuántos metros más o menos de local?
M:
Pues son unos 390 metros cuadrados .
TPH:
Un gran espacio que abre los fines de semana y, si no nos equivocamos, cambia
en verano su horario.
M:
Exacto. En invierno abrimos Viernes, Sábados y Domingos. Y en verano abrimos
todos los días, en Julio y Agosto, menos los Martes. Aquí estamos en zona
costera, hay muchos hoteles y campings, y viene mucha gente en verano. Cuando
estás de vacaciones tanto te da que sea un Lunes como un Domingo. En cambio en
invierno esto no deja de ser un pueblo y la gente viene de muchos sitios, y la
gente trabaja.
TPH:
¿Se nota en verano el incremento de público?
M:
Tenemos la suerte de que los fines de semana trabajamos con nuestros clientes
habituales, es decir, de invierno a verano el fin de semana se nota poco. La
gran diferencia se nota los días entre semana. En invierno aquí no hay nadie,
por eso cerramos, y en verano trabajo cada día. Vienen extranjeros y de otros
puntos de España de vacaciones. La gente que vive por aquí, o en Zaragoza o
Lleida que viene aquí, siguen viniendo el fin de semana, sea invierno o verano.
TPH:
Como comentas, viene gente de los alrededores y te otros lugares más lejanos.
Hay que tener en cuenta que Barcelona está relativamente cerca, una capital
fuerte en locales. ¿Qué destacarías de Las Mil I Una sobre otros locales de
Barcelona?
M:
Primero de todo, está en un polígono, eso quiere decir que no hay problema de
aparcamiento. Puede llegar en tacones y con minifalda, puedes aparcar
tranquilamente y nadie va a pasar que no venga al local, el polígono está
cerrado. Y después, las dimensiones del club en Barcelona es difícil. Allí hay
un par que sí son grandes porque llevan muchos años pero un club como el que
teníamos pensado se tenía que instalar aquí. Aparte, otra cosa, yo sigo
diciendo que Barcelona ya tiene sus clubs. Hay varios, cada uno con su
ambiente, y para qué poner uno más. Nosotros lo pusimos aquí porque somos de
Calafell, el pueblo que está aquí al lado, y cuando queríamos salir había que
ir a Barcelona o al Chatelet que está en Salou. Y mucha gente de Tarragona, de
Reus, …y hasta de Castellón no tienen nada cerca. O iban a Valencia o a
Barcelona. Nosotros pusimos un punto en medio. Si lo hubiéramos puesto en
Barcelona nos hubiéramos tenido que repartir los clientes que hay en Barcelona,
aquí no, aquí he cogido a los que no tenían nada. De Castellón para aquí, de
Lleida, que tampoco hay nada allí y tengo la salida de la autopista aquí mismo,
y de Zaragoza, que sí tienen locales pero son más pequeños, y los que quieren
salir saben que tenemos la salida de la autopista también aquí. Creo que
Barcelona ya está cubierto y aquí podemos ofrecer otra cosa diferente.
TPH:
Una cosa que destaca también a los locales son las fiestas temáticas, ¿cómo
lleváis este punto?
M:
Nosotros todos los Viernes hacemos cena, una cena que elaboro en casa, que se
tiene que reservar, se monta en la discoteca y se empieza a las diez en punto
ya que a las once se retira todas las sillas y mesas para disfrutar de la
discoteca. Esto todos los Viernes. Todos los Sábados, durante todo el año,
siempre hay una fiesta, por ejemplo este Sábado, como el último de todos los
meses, sorteamos una joya que la hace un joyero expresamente para mí. Durante
todo el mes cada vez que una pareja viene al local se le da un número y el
último Sábado del mes es el Sábado de la Joya. Hoy sabe todo el mundo que
venga, que tendrán también otro número, que se pueden llevar la joya. Si vienen
seis veces al mes tendrán seis números, más oportunidades para el sorteo. Eso
el último Sábado de cada mes, y cada mes joyas diferentes. Los demás Sábados se
hace una fiesta temática, en verano hemos tenido la ibicenca, la hawaiana, la
del mojito, entre otras. Figúrate, en casi cinco años la de fiestas que hemos
hecho.
TPH:
En Octubre celebraréis el quinto aniversario, que es además una fecha redonda.
Nos suponemos que ya estaréis con los preparativos.
M:
Exacto.
TPH:
¿Se puede adelantar algo?
M:
Sí. De entrada el joyero con el que trabajo me está haciendo un tipo de collar
del que habrá diferentes modelos y que irán en unas cajitas, con la que obsequiaremos
a cada pareja cuando entre en el club. Aparte, lo lógico, tendremos cava,
pastel y algunas sorpresas más.
TPH:
Pues con esto concluimos la entrevista.
M:
Gracias por venir.
TPH:
Gracias a ti por atendernos.
Tras esto Marisa nos introdujo a Las Mil I
Una para conocer cada rincón. En la zona de recepción se encuentra entre otras
cosas un aseo (accesible para personas con silla de ruedas) y una vitrina donde se muestra la joya que se
iba a sortear esa noche, y junto al mostrador de la entrada se podía observar
donde se iban depositando las papeletas para el sorteo, muchos números habían
allí, incluido el nuestro.
De ahí accedemos a la zona de discoteca,
amplia y con una barra de pole dance sobre una tarima con la pared del fondo de
espejo. Junto a esta nos sorprendió encontrarnos con otra barra de pole dance
dentro de una jaula móvil. Y aún vimos dos barras más para bailar sobre la
barra del bar. Aunque la gente bailar bailaba en la zona central la música de
un DJ que empezó con un tema de Elvis Presley para luego seguir la noche entre
salsa, merengue, reguetón suave, rumba, y un sinfín de música disco de los
80s/90s. Una mezcla que mantuvo a unos y a otros danzando, mientras unos movían
el esqueleto en la pista los otros lo movían en algunos de los rincones que hay
cruzando la cortina que da acceso a las distintas habitaciones, cortina que
sólo puede cruzar las parejas, o chicos invitados por alguna.
Una zona para estar de tertulia frente a
una de las habitaciones más interesantes del local es lo primero que
encontramos al pasar. La habitación cuenta con una gran reja separando la cama
de un pasillo al que pueden acceder los chicos desde la zona de la discoteca,
desde ahí pueden ser meros observadores o interactuar con la pareja si ésta
quiere a través de la misma, o incluso acceder al espacio si la pareja presiona
uno de los interruptores que hay sobre la cama, abriendo una puerta en la misma
reja. Otro interruptor activa una luz en la discoteca para hacer saber a los
chicos que una pareja desea ser observada, como mínimo.
Si seguimos por el pasillo nos encontramos
con el cine, emitiendo de manera continua películas “educativas” y
acondicionado con sillones y una cama. Un espacio con cuatro grandes colchones,
las taquillas, un baño completo (incluida una ducha para tres), una habitación
con dos camillas profesionales de masaje donde se agradece que dispongan de
aceite propio. La puerta del fondo da acceso a la zona de fumadores,
descubierta en verano y llegado el invierno se le echa la cubierta. Una zona
bonita y agradable que no sólo usan los fumadores. Antes de dar la vuelta hacia
la discoteca hay que mencionar la piscina climatizada, cuadrada, amplia y
cómoda para usar por bastantes parejas a la vez. En muchos locales tienes que
pedir llave de la taquilla para hacer uso de la misma, aquí te la dan
directamente en la entrada ya que las taquillas cuentan con chanclas y toallas
por si en cualquier momento se desea hacer uso de la piscina no haya que perder
tiempo.
Todo esto está en la misma planta baja. Pero
aún hay más en la planta superior a la que se accede por una escalera en la
discoteca. Camas tipo jaima ideales para el morbo, una cama redonda para más
que morbo, un sillón tántrico para todo menos tantra. Y la mazmorra, que además
de la típica cruz cuenta con una cama con sujeciones en las cuatro esquinas, un
columpio sexual y un sillón de ginecólogo (sí, para jugar a los médicos). Antes
de bajar vimos una de las cosas más curiosas que nos hemos podido encontrar en
los locales que hemos dado a conocer en este blog: un confesionario. Sí, un
auténtico confesionario que el marido de Marisa restauró con sus propias manos
y que seguro da mucho juego. Su espíritu sigue en cada rincón del local y junto
a Marisa desde que hace menos de un año nos dejara.
Cuando íbamos a abandonar la zona superior
pudimos comprobar que hay una especie de mirador desde donde se puede observar
toda la zona de la discoteca, y observamos como la gente se lo pasaba bien. La
gente va y viene de la zona de parejas a la discoteca y viceversa, algunos
ataviados simplemente con las toallas que disponen para la piscina. Así va
pasando el tiempo hasta que se anuncia que el sorteo de la joya está próximo.
Poco a poco la zona principal se va llenando, pudiéndose comprobar el gran
número de parejas que han acudido al local. Urna colocada sobre la tarima, el
DJ y Marisa solicitan una mano inocente (difícil solicitud), se saca una
papeleta y….. no nos tocó!! Bueno, nos quedamos sin joya pero satisfechos de
una noche entretenida y provechosa donde hemos podido conocer un nuevo local y,
lo mejor, darlo a conocer a nuestros lectores.
Nota última por si deseáis hacer una
visita al local: Marisa permite que parejas de confianza se puedan quedar a
pasar la noche en el mismo local, una buena opción si vais desde lejos y no
queréis coger el coche a las tantas cansados.
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